MADRID, 16 Feb. (CulturaOcio) -
La muerte de Ned Stark en Juego de tronos pilló por sorpresa a los espectadores en la primera temporada. La serie de HBO cambió las reglas acabando con el que parecía el protagonista, una decisión que muchos no vieron venir pero de la que hubo pistas desde el episodio piloto.
En el episodio piloto de Juego de tronos Ned lleva a tres de sus hijos, Robb, Jon y Bran, a presenciar la ejecución de un desertor de la Guardia de la Noche. En el camino de regreso a Invernalia el grupo se encuentra un ciervo muerto junto a los restos de un huargo.
La criatura tiene un trozo de asta clavado en el cuello, revelando que había sido asesinada por el ciervo. Los Stark luego encuentran a sus seis cachorros, que llevan de vuelta al castillo para que cada uno de los hijos de Ned se quede con uno.
El ciervo muerto simbolizaba a Robert Baratheon, herido de muerte mientras cazaba, y el huargo asesinado presagiaba el destino de Ned. El ciervo es el sello de la Casa Baratheon, mientras que la Casa Stark tiene como símbolo al huargo. Ned terminó siendo asesinado por un Baratheon, Joffrey, lo que hace de nuevo referencia al piloto ya que el huargo asesinado no pudo criar a sus hijos. Las muertes de Robert y Ned dieron pie al resto de la historia, generando el enfrentamiento entre los Stark y los Lannister que se convirtió en el centro de la trama.
Juego de tronos finalizó en mayo de 2019 pero HBO mantendrá vivo el universo creado por George R.R. Martin con un spin-off. La nueva serie, titulada House of the Dragon, se desarrollará 300 años antes de los eventos de la serie principal y contará la historia de la casa Targaryen, por lo que se centrará en los ancestros de Daenerys.