MADRID, 29 May. (CulturaOcio) - Tras el final de Juego de Tronos, Kit Harington, Jon Snow en la ficción televisiva, ingresó en una clínica de Conneticut para tratar "problemas personales". El actor aprovechó el desenlace de la exitosa serie para retirarse en una clínica Privé-Swiss. Page Six avanzó la noticia asegurando que Harington ingresó en la clínica después del final de Juego de Tronos para lidiar con el estrés y problemas con el alcohol. Después, el representante del intérprete difundió un comunicado en el que señaló que Harington "no está en rehabilitación" y que "ha decidido utilizar el descanso de su calendario como una oportunidad para pasar tiempo en un retiro de bienestar". Así, el actor trabajará en "algunos problemas personales", según apuntó su publicista. Harington ingresó en la clínica de Conneticut el 19 de mayo, justo el día del final de Juego de Tronos. Tras ocho temporadas interpretando a Jon Snow, el actor ya había revelado en una entrevista anterior concedida a Variety que se sentía "muy inseguro" y "no hablaba con nadie". "En aquel momento, empecé a ir a terapia y comencé a hablar con la gente", declaró. "Tenía la sensación de que debía sentirme la persona más afortunada del mundo cuando, en realidad, estaba muy vulnerable", continuaba el actor, que admitió que sus "momentos más oscuros" llegaron cuando Jon Snow se convirtió en uno de los protagonistas indiscutibles de la serie. "No me gustaba que el foco de la serie se pusiera en Jon", insistió. "Cuando te conviertes en el cliffhanger de una serie de TV, el foco que se centra en ti es verdaderamente terrorífico", concluyó Harington. El actor ya mostró en el documental Juego de Tronos: La última guardia el impacto que tuvo en él el final de la aclamada ficción televisiva. Sus lágrimas tras conocer el destino de Jon Snow son el reflejo de un periodo que se ha extendido durante ocho temporadas y más de diez años, con una presión continua que ha llevado a Harington a tratamiento.