MADRID, 3 May. (CulturaOcio) -
Esta madrugada fue el combate del siglo. Mayweather y Pacquiao se enfrentaron en una de las luchas más recordadas de todos los tiempos. Y hubo un vencedor: El boxeador estadounidense resultó ganador tras imponerse unánimemente al filipino Manny Pacquiao.
Tan seguido fue que ningún famoso quiso perderse semejante evento. En el combate pudieron verse a rostros conocidos de diferentes facetas como el cantante Justin Bieber, el presentador de televisión Jimmy Kimmel, el director de cine Antoine Fuqua o actores de la talla de Denzel Washington, Leonardo DiCaprio o Drew Barrymore.
Entre público pudieron verse también otras celebridades como el actor Mark Wahlberg, que hizo una apuesta de 250.000 dólares a favor de Mayweather. También pudieron verse otras caras como la cantante Cassie; el actor Bradley Cooper; el ganador del Oscar a Mejor Actor, Jamie Foxx; o el ejecutivo de Showtime, Stephen Espinoza.
MAYWEATHER, CAMPEÓN ABSOLUTO
Los aficionados que abarrotaron el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, que tuvieron que aguantar un retraso de una hora, disfrutaron de una contienda igualada, pero lejos de todo el brillo que había desprendido desde que los dos púgiles pusiesen fin a una espera de cinco años para medirse en el 'ring', y que se decantó del lado del americano, con algo de más holgura que lo que quizás realmente se pudo ver.
Las expectativas de ventas para este esperadísimo evento son estratosféricas. Se esperan unos 3,5 o 4 millones de ventas. Aunque es verdad que una parte significativa (entre un 30% y un 40%) de los ingresos brutos irán a los proveedores de cable y satélite mientras que HBO y Showtime se llevarán el 7,5%.
De este modo, la victoria permitió al boxeador estadounidense aumentar su leyenda en este deporte y mantenerse invicto por combate número 48, quedándose ya tan solo a uno de igualar la histórica marca de su compatriota Rocky Marciano, lo que podría suceder en el próximo mes de septiembre.
Mayweather sacó partido a su estilo. Casi siempre agazapado y esperando su oportunidad con paciencia, supo controlar las acometidas de un Pacquiao que fue, también como se esperaba, fiel al suyo, siendo más agresivo y buscando hacer daño con sus golpes que no llegaron a hacer daño a su rival que con el paso de los 'rounds' fue asentándose mejor.
