MADRID, 6 May. (CulturaOcio) -
Si algo dejó claro el octavo capítulo X-Men 97 es que Magneto tenía razón: la paz entre humanos y mutantes es una meta inalcanzable. Sin embargo, su épica conclusión podría haber anticipado la irrupción del que, seguramente, sea uno de los mayores adversarios al que jamás haya hecho frente la Patrulla X en la serie de Marvel.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Titulado, La tolerancia es la extinción Parte I, el octavo episodio de X-Men 97 estuvo cargado de importantes revelaciones. En él no solo se da a conocer que Bastión, líder de la iniciativa OZT (Operación Tolerancia Cero) planea desatar una guerra evolutiva que dé como resultado un futuro en el que la humanidad, mejorada como Centinelas Prime, sea una raza superior a los mutantes, sino que Magneto está libre y, llevado por la ira, ha alcanzado un estado de poder superior.
Así, el señor del magnetismo ha viajado hasta el Polo Norte desde donde ha desatado un tremendo ataque que desactiva los Centinelas Prime... pero que también inutiliza todos los sistemas electricos del planeta. Un ataque global que podría haber causado cuantiosas bajas humanas.
Parece, por tanto, que la guerra total de Magneto contra la humanidad es inminente. Y este punto, unido a la escena final de la serie, que confirma el regreso de Xavier a la Tierra... donde convoca a sus X-Men, parece que lleva irremediablemente a uno de los arcos argumentales más legendarios de mutantes en los cómics de Marvel, Atracciones fatales.
Y es precisamente es esta saga donde tiene su origen uno de los personajes más poderosos y temibles de todo el imaginario marvelita: Onslaught, una maligna combinación de Magneto y el Doctor Xavier. El personaje, creado por los guionistas Scott Lobdell y Mark Waid y por el dibujante Andy Kubert, hizo su primera aparición en las grapas en el número 15 de X-Men publicado en mayo de 1996... aunque ya fue mencionado tres años antes en el número 322 de Uncanny X-Men vol. 1.
En las grapas, el origen de este villano está ligado a Magneto y cómo tras ser exiliado por la ONU a la Luna, un enfurecido Erik Magnus Lehnsherr se cobraba su venganza, librando una guerra total contra la humanidad y eliminando a muchos mutantes. Fue entonces cuando, ante tan extrema situación, el Profesor X se vio obligado a hacer lo que prometió no hacer nunca: borrar la mente de su viejo amigo.
Este terrible suceso marcaría el nacimiento de Onslaught. Ya que en el proceso... Xavier se adentró en la mente de Magneto, también en sus rincones más oscuros que llegaron a contaminar el subconsciente del líder de los X-Men... y fusionándose con el tiempo con el lado más oscuro de la mente del propio Xavier.
MÁS ALLÁ DEL NIVEL OMEGA
Es de ahí, de la combinación del lado oscuro de Xavier y Magneto, de donde nace la entidad conocida como Onslaught, un ser que combina las capacidades y poderes de ambos mutantes siendo así ampliamente superior al nivel Omega. Telequinesis, proyección de energía, telepatía, detección otros mutantes, fuerza ilimitada, manipulación de campos magnéticos y alteración de la realidad son algunas de las increíbles facultades con las que cuenta este ser más parecido a un dios que a un villano al uso.
Sus poderes son de tal calibre que deja en pañales a otros enemigos mutantes como Apocalipsis. Esto se debe a que también tenía a su disposición las habilidades de Franklin Richards, el hijo de Mr. Fantástico, que es capaz de alterar el tejido mismo de la realidad, y Nate Grey, A.K.A. Cable.
Salvando las distancias, parece que X-Men 97 se está dejando guiar por el argumento de Atracciones fatales. Teniendo esto en cuenta, no resulta descabellado asumir que, de cara a su segunda temporada, la serie de Marvel esté preparando el terreno para que Onslaught se convierta en su próximo gran antagonista.