MADRID, 29 May. (CulturaOcio) -
Succession, la fascinante serie creada por Jesse Armstrong, ha llegado a su fin. El décimo capítulo de la cuarta temporada pone fin a la lucha de los hermanos Roy por suceder a su padre, el despótico Logay Roy (Brian Cox), al frente del gigante financiero Waystar Royco.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Como bien sabrán los seguidores de la serie, tras la impactante muerte de Logan en el tercer episodio de esta última temporada, los hermanos Kendall, Shiv y Roman, se alían para intentar tumbar la venta acordada por su padre de Waystar a GoJo, la tecnológica sueca liderada por Lukas Matsson (Alexander Skarsgard). Una alianza que duró pocos capítulos ya que pronto --al ver que Roman y, especialmente, Kendall, tomaban la voz cantante y la dejaban a un lado-- Shiv se pasó al lado de Matsson.
De hecho, bajo la promesa de convertirse en la CEO de operaciones nacionales, el personaje interpretado por Sarah Snook, logró incluso allanar el camino para que el futuro presidente de Estados Unidos diera luz verde a la operación.
Pero en este último capítulo, al enterarse, por boca de Kendall gracias a Greg, de que Lukas tiene en mente no cumplir su palabra y nombrar otro CEO tras la adquisición, Shiv cambia de nuevo de bando y, junto a sus dos hermanos, acude a la esperada junta dispuesta a dinamitar el acuerdo. De hecho, está mucho más decidida después de saber tan solo unas horas antes que iba a elegir al marido de Shiv Roy, Tom Wambsgans, como CEO.
Pero en otro giro de los acontecimientos, Shiv decide, en el último segundo, echarse atrás y no vetar la venta, lo que hubiera convertido a Ken en el futuro CEO de Waystar tal y como habían acordado los tres hermanos la noche anterior en la casa de la playa de su madre. Sin embargo, en el último momento, Shiv le dice a Kendall que él no sería bueno para el puesto, con lo que los hermanos desatan sus resentimientos y verdades guardadas durante mucho tiempo hasta que la menor de los Roy decide votar a favor de que se lleve a cabo el trato con GoJo.
"SI NO HAGO ESTO, ME MUERO"
Con Lukas como dueño del imperio de su padre y Tom Wambsgans como CEO, todo apuntaba a que Kendall terminaría la serie con su muerte. De hecho, el mismo afirma en la acalorada discusión con sus hermanos que si no es él quien sucede a su padre "se moriría". "Si no puedo hacer esto, creo que se acabó. Es decir, creo que me moriría", grita desesperado el personaje de Jeremy Strong.
Pero no, Kendall Roy no muere en el final de Succession. O al menos no se muestra en pantalla. Así, la última temporada de Succession acaba con el personaje de Jeremy Strong aún con vida. Después de salir del edificio para evitar ver la firma del acuerdo de venta entre Roman y Lukas, Kendall camina con la mirada perdida cerca de la orilla del río, pero no salta.
En lugar de esto, el mediano de los Roy da media vuelta y se sienta en el banco, intentando asimilar la pérdida de lo que consideraba que era suyo por derecho de nacimiento, intentando, bajo la mirada atenta del fiel Colin, el que fuera chófer y jefe de seguridad de su padre, digerir que ya nunca tendrá la vida que siempre soño y se preparó para vivir.
Además, que la escena final de Sucesión, tenga lugar con Kendall en la orilla de un río, tiene un simbolismo especial. Así, tal y como recuerdan en Screenrant, desde el final de la primera temporada, en la serie el agua ha sido un elemento presente en las mayores tragedias de Kendall.
KENDALL Y EL AGUA, UNA TRISTE HISTORIA
Hay que recordar que al final de la temporada 1 de Succession, Kendall, drogado y ebrio, conducía un coche que se salió de la carretera y cayó al agua, provocando la muerte de un camarero de la boda de Shiv y Tom. En el octavo episodio de la temporada 3 de Succession, Kendall se enfrentó, y perdió, contra Logan y se sumió en una profunda depresión y tras su derrota protagonizó una siniestra escena en la que mete la cabeza en el agua sin salir a tomar aire. Esto llevó a especular que Kendall había muerto, pero el siguiente episodio de Succession llegó con Kendall vivo y pronto formando equipo de nuevo con sus hermanos.
Teniendo en cuenta todos estos antecedentes, muchas teorías especularon con que el final de Succession terminaría con la muerte de Kendall en el río. Teniendo en cuenta que Kendall sufrió su mayor derrota en el final, el hecho de que caminara hacia el río en los momentos finales de Succession sugería que estas especulaciones podrían ser ciertas.
Sin embargo, Kendall se aleja del agua y se sienta en el banco, eligiendo seguir adelante con su vida fuera de Waystar... o puede que pensando en una nueva estrategia para revertir la situación e invalidar un acuerdo de venta de Waystar que, hay que recordar, todavía está pendiente de ser aprobado por las entidades regulatorias gubernamentales.