MADRID, 24 Mar. (CulturaOcio) -
"¡Nos podrán quitar las vidas... pero jamás nos quitarán nuestra libertad!". Así arengaba el William Wallace de Mel Gibson a sus tropas en la oscarizada Braveheart. Una escena que los fans de The Walking Dead podrán revivir de alguna forma en el esperado final de la séptima temporada del drama zombie.
Así lo ha revelado Norman Reedus que da vida a Daryl, el carismático hillbilly de The Walking Dead, en declaraciones a EW: "Es un final completamente diferente al de las anteriores temporadas. Tiene elementos similares, pero es completamente diferente y, puede que tenga algo de William Wallace".
Un final que Scott M. Gimple, showrunner de The Walking Dead, ya prometió que no acabaría con un cliffhanger... y que además provocó que Andrew Lincoln se marcase un bailecito al que acompañó el propio Reedus cuando lo leyeron en el guión, como desvela este último: "A (Andrew) le gusta bailar de vez en cuando. Pero esta vez sí que tiene sentido. Yo hice lo mismo cuando lo leí en el libreto".
Los fans de The Walking Dead deberán esperar al estreno el próximo 2 de abril de la season finale para saber que causó exactamente ese irrefrenable impulso irrefrenable de bailar en dos de sus grandes protagonistas. Lo cierto es que no parece descabellado que el final de la séptima temporada sea como el de Braveheart, teniendo en cuenta que en ambos hay una guerra, dos bandos y la lucha por la independencia de un Pueblo...
OBJETIVO: EL SANTUARIO
Negan es en estos momentos el gran enemigo a batir en The Walking Dead. Después de una primera mitad gris, depresiva e irregular, Rick y los suyos se unen de nuevo para buscar apoyos en su rebelión contra el carismático villano.
Un arduo camino en el que los millones de espectadores de la ficción zombie han sido testigos del letal regreso de Carol y Morgan en El Reino, la alianza de los Ricketeers con sus "nuevos mejores amigos" y el incierto futuro de protagonistas como Daryl, Maggie o Sasha, que está en el aire.
