MADRID, 17 Jul. (CulturaOcio) -
Stranger Things es uno de los títulos estrella de Netflix, con legiones de fans gracias a su mezcla de de misterio, nostalgia ochentera, ciencia ficción y terror. Sin embargo, la elección de un grupo de niños protagonistas es una premisa conocida en cine y televisión, y una película de las mismas características podría encontrar el éxito al abrigo de la fiebre desatada por la aclamada ficción.
Campamento alienígena, al igual que Stranger Things, se basa en películas como Los Goonies y Ernest contra los trolls. Lo que le da ventaja a Stranger Things es cómo enfrenta a adolescentes inocentes contra el gobierno, así como a las fuerzas oscuras del Mundo del Revés, mientras intentan salvar a su heroína protagonista.
Por su parte, Campamento alienígena se enfoca en un grupo similar de adolescentes en un campamento en Pasadena, cuando se produce una invasión alienígena. Los protagonistas son Alex, un tímido niño de 13 años similar a Will Byers, protegido por Gabriel, de la misma manera en que Mike Wheeler cuidaba a su amigo cuando el Mundo del Revés no lo dejaba ir. Solo que esta vez Alex tiene la tarea, no de extinguir un Azotamentes, sino de transportar datos en un USB al Jet Propulsion Lab en California a los especialistas de la NASA y el ejército de los Estados Unidos.
Una nave espacial estadounidense cae a la Tierra y un astronauta les da esta llave a los niños, poniéndolos en una aventura al estilo de El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo. Rápidamente dejan de lado sus diferencias y se unen para salvar el mundo, con Zhen Zhen uniéndose como guerrera fugitiva al estilo Eleven, así como Dariush, un niño mimado que parece una mezcla de Lucas y Dustin. Para empeorar las cosas, tienen que enfrentarse a una criatura, tan letal como el Demogorgon.
En comparación con Stranger Things, Campamento alienígena cuenta con muchas más persecuciones de alto voltaje, explosiones, peleas de aviones y secuencias de acción en general. Sin embargo, la historia queda condensada en aproximadamente 90 minutos, un metraje que no hace justicia a la trama, ya que no incluye la historia individual de cada personaje y ofrece un final abierto a una continuación.