Archivo - ¿Qué Poderes Tienen Los Siete Anillos Enanos De Los Anillos De Poder?
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Actualizado: miércoles, 2 octubre 2024 17:22

   MADRID, 12 Sep. (CulturaOcio) -

   El quinto capítulo de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder se ha centrado en las artimañas de Sauron para continuar con su plan de controlar la Tierra Media a través de las alianzas forjadas en Eregion. Titulado Palacios de piedra, la nueva entrega ha mostrado lo que un rey de los enanos es capaz de hacer portando una de estas míticas sortijas... y también el precio que puede pagar por ostentar tal poder.

((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))

   Sauron ha comenzado oficialmente a distribuir sus anillos, en los que él directamente participó en su creación, a diferencia de los tres de los elfos en los que solo tuvo influencia, en la segunda temporada de El Señor de los Anillos: Los Anillos del Poder. Una labor que ha comenzando con los Siete Anillos de los Enanos, que entrega al Rey Durin III, que ya comienza a sentir y ejercer el poder que le otorga la alianza.

   Y lo hace para volver a traer luz a Khazad-dûm después del terrible derrumbe que les dejó sin su sistema para contar con luminosidad dentro de la montaña. Con el anillo en su poder, el rey demuestra que, a pesar de que sus decisiones parecen arriesgadas picando piedra donde no es indicado, sus nuevas habilidades son extraordinarias y puede encontrar la forma no solo de devolver la luz, sino también de "ver" dónde están los yacimientos más valiosos de joyas y minerales listos para ser extraído.

   "Qué lástima me dan aquellos que moran arriba, esclavos del sol. Encadenados al incesante ritmo de levantarse y acostarse. En Khazad-dûm nos libramos de esa tiranía. Aquí nos hacemos traer el sol. Por fin vuelve el amanecer una vez más a nuestra montaña", proclama victorioso el monarca.

   Otra escena muestra como Durin III convoca a emisarios del resto de los reinos de los enanos para hablares de "un poder que lo cambiará todo". "Os he reunido hoy aquí a todos porque la Tierra Media está cambiando. Sus miembros se extienden, sus huesos crujen y una oscura voluntad amenaza a todos nuestros reinos. Pero con la ayuda de Aulë, mi pueblo ha superado esta prueba. Y pronto, los vuestros también. Y juntos nos alzaremos en una nueva era", explica el monarca que ofrece al resto de clanes enanos "poder sobre la tierra, poder sobre la roca".

   "Siete anillos. Siete señores. Y todos con el mismo poder. Poder para labrar el destino de todos los enanos para siempre. Los anillos no son para vosotros, sino para vuestros señores. Volved y contadles que cada uno de vuestros reinos puede compartir el botín. Pero tiene un precio...", dice Durin que se niega a repartir los seis anillos restantes si no es a cambio de la mitad de los tesoros que extraigan del resto de reinos enanos.

"CON ESTE ANILLO PUEDO VER LA MONTAÑA"

   Acto seguido, ya con su maestro de minas, el rey promete que Khazad-dûm "no volverá a estar necesitado". "Hay oro justo debajo de nosotros. Deberíamos cavar mucho más hondo... ¿Pero quién impuso estas restricciones?", se pregunta exaltado. "Fuisteis vos. Hace décadas", le replica su subordinado. "Pues suprimidlas", sentencia el monarca cuya sed de riqueza no conoce la prudencia y desoye los avisos y advertencias de varias voces que en la montaña habita "un mal desconocido, antiguo y poderoso" y que ahondar en sus profundidades podría despertarlo.

   Tampoco su hijo consigue hacerle entrar en razón. Y es que, gracias al anillo, el rey se ve imbuido de un poder magnifico, casi divino en las artes minares. "Las cantantes de la piedra dicen que oyen la montaña. Con este anillo... Yo puedo verla. Cada pozo, cada veta, cada joya. En miles de años apenas hemos extraído un dedal del océano de sus riquezas. Disa se equivoca. No hay tal peligro", proclama.

   A priori, este efecto en Durin demuestra que los Anillos de Poder amplifican las habilidades de sus portadores. En el caso de los enanos, esto significó que sus habilidades de minería y el arte de trabajar la piedra y el mineral se volvieron incomparables. En los libros, Tolkien no proporcionó muchos detalles en este sentido, pero en el Apéndice A de El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey señala que los Enanos podían multiplicar cualquier cosa que extrajeran de sus minas.

   Así, con los anillos, cada uno de los siete clanes de enanos prosperó a medida que fueron incrementando sus tesoroso de forma increíble... pero, al igual que ya se hace notar en Durin III, los anillos también aumentaron su codicia, egoísmo y obstinación. Y es que no hay que olvidar que el fin último de Sauron con las alianzas no es ayudar a los diferentes pueblos de la Tierra Media, sino controlarlos.

EL DAÑO DE DURIN

   Algo que en el caso de los hombres hace de forma más evidente, convirtiendo poco a poco a los nueve Reyes de los Hombres en sus Espectros del Anillo. Sin embargo, los Siete Anillos de los Enanos no funcionaron de la misma manera. Esta raza es, por definición, la más tozuda y obcecada de toda la Tierra Media, por lo que el poder de persuasión de Sauron a través de las joyas fue menor. Aun así, su influencia pasó factura a los Señores Enanos, que poco a poco se fueron corrompiendo cuya ambición natural se convirtió en oscura codicia.

   Así, los Siete Tesoros se volvieron tan colosales y abrumadores que atrajeron a monstruos como dragones en el caso de Smaug, que se apropiaron de las riquezas y mataron a muchos enanos. De hecho, como bien saben los conocedores de la obra de Tolkien, la ambiciosa excavación de Khazad-dûm liberó a una bestia aún más temible: el Balrog de Moria, que un día mataría al propio rey, siendo conocido desde entonces como el Daño de Durin, haciendo que las minas cayeran en poder de los orcos que exterminaron a todos los enanos. Este será el mismo ser de fuego y oscuridad al que se enfrentará Gandalf el Gris en El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo... y que lo matará resucitando después como Gandalf el Blanco.

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