MADRID, 1 Sep. (CulturaOcio) -
La ansiada adaptación de One Piece en imagen real ya ha llegado a Netflix. La serie era una de las más esperadas de todo 2023, dado el éxito del manga y el anime originales. En el proyecto se han incluido algunos cambios sustanciales respecto al aclamado material de partida. Y su productor ejecutivo ha querido explicarlos.
Uno de los cambios más evidentes a nivel narrativo es el que Netflix ha llevado a cabo con Arlong, el gran villano de la primera temporada. En la serie, el hombre tiburón se descubría como el principal antagonista de Luffy y la tripulación de los Sombreros de Paja. Pero en el manga no es del todo así.
Los cómics escritos por Eiichiro Oda se dividen en arcos narrativos, y el de Arlong es tan solo uno de ellos. El poderoso personaje es un villano más, como Buggy o Krieg. El productor ejecutivo Steven Maeda ha justificado la decisión de darle más importancia en la adaptación de Netflix.
"[Sin él, la serie] solo es una sucesión de lugares y antagonistas maravillosos, originales y únicos. Pero eso no mantendría unidos los ocho episodios. Tenía que haber una sensación de que había un villano que era el protagonista principal de la primera temporada", defiende el showrunner.
Y es que, en tan solo ocho capítulos, One Piece ha tenido que condensar una historia inabarcable. "Se tomó la decisión de contar solo los primeros 100 capítulos [del manga] porque es una historia muy grande y extensa", expone Maeda. "Hay tantas direcciones diferentes que seguir, y ninguno de los decorados se repite, lo que lo convierte en un gran desafío de producción porque van a lugares nuevos cada uno o dos episodios. Creo que [el manga] tiene ahora 1.089 capítulos y aún no está terminado", reconoce.
Ante esa limitación, en Netflix optaron por centrarse únicamente en la saga del East Blue. El objetivo era hacer de la serie "una temporada digerible de ocho episodios para televisión". Por eso decidieron acometer cambios tan relevantes como el de Arlong o la historia de Garp y los marines, que en el manga no llega hasta más adelante.
Por el momento, la recepción de crítica y público ha sido buena, por lo que parece que esos cambios han surtido el efecto deseado. Y es que el creador de One Piece, Eiichiro Oda, ha estado supervisando todo el remake para que el resultado final fuese lo mejor posible.