¿Cómo de rápido vuelan los dragones en La Casa del Dragón?

¿Cómo De Rápidos Vuelan Los Dragones En La Casa Del Dragón?
¿Cómo De Rápidos Vuelan Los Dragones En La Casa Del Dragón? - HBO MAX
Publicado: sábado, 24 agosto 2024 15:32

   MADRID, 24 Ago. (CulturaOcio) -

   La segunda temporada de La Casa del Dragón finalizó recientemente su andadura en Max, dejando a los fans deseosos de más entregas. Y aunque el futuro de la ficción no es tan incierto como el de otras series, estando ya confirmada una tercera temporada, los espectadores aún tendrán que esperar más de un año para seguir los acontecimientos de la Danza de Dragones. Mientras tanto, los capítulos estrenados hasta el momento ofrecen todavía bastante jugo y es que los más observadores no dudan en señalar fallos que a muchos se les pasan por alto en un primer visionado... como la incoherencia en la velocidad de los dragones.

   Es de esperar que en una serie titulada La Casa del Dragón uno de sus mayores atractivos sean precisamente las legendarias criaturas escupefuego. Además, estos seres, asociados a la dinastía Targaryen, juegan un papel fundamental en la guerra civil por el Trono de Hierro narrada en Fuego y Sangre, la novela de George R.R. Martin en que se basa la ficción.

   Así, los dragones, tanto por su imponente presencia en la pantalla como por su peso en la trama, están constantemente en el punto de mira del espectador. Y siempre hay quien trata de ir más allá, preguntándose por las características que, según lo reflejado en la serie, deberían tener estos seres, llegando incluso a hacer cálculos matemáticos.

    ((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))

   A raíz de una escena particularmente notable, algunos fans han encontrado un fallo en la representación de los dragones, en particular, en la velocidad que pueden alcanzar. Y es que cuando al final del séptimo episodio de la temporada 2 Ulf el Blanco sobrevuela Desembarco del Rey sobre Ala de Plata y Aemond les persigue sobre Vhagar hasta Rocadragón, parece que el desplazamiento entre ambas localizaciones apenas dura un suspiro, cuando en realidad hay una distancia razonable que cubrir.

   Poniente, el mundo creado por Martin, no es un país, sino un continente y, según estimaciones, tan grande como América del Sur (cuya superficie alcanza casi las 7 millas cuadradas o 18 millones de kilómetros cuadrados). Por otro lado, el autor no ofrece apenas dimensiones en sus novelas, ni siquiera en los mapas, por lo que es imposible saber realmente a qué distancia se encuentran dos puntos como Rocadragón y Desembarco del Rey.

   LOS TIEMPOS NO CUADRAN

   No obstante, usando como referencia la longitud del Muro, uno de los pocos datos de esta naturaleza que sí incluyó Martin en su obra, que se extiende 300 millas o 482 kilómetros, se puede llegar a calcular que hay unas 400 millas o 643 kilómetros entre la capital de los Siete Reinos y la isla hogar de los Targaryen, según recoge Collider.

   Un avión tardaría una media de 40 minutos en recorrer dicho trayecto, y si ya este tiempo parece demasiado para una persecución, hay que tener en cuenta que los dragones no dejan de ser criaturas vivas, probablemente, incapaces de alcanzar las mismas velocidades que las máquinas por muy fantásticas que sean.

   El libro de Martin se limita a señalar que los dragones son más rápidos que los cuervos, a partir de lo cual el medio estadounidense estima que sería razonable pensar que podrían alcanzar entre las 50 millas por hora o lo que es lo mismo, 80 kilómetros por hora. Según estas cifras, un dragón tardaría como media unas tres o cuatro horas en cubrir el trayecto entre Desembarco del Rey y Rocadragón... sin duda demasiado para una persecución y más teniendo en cuenta que Ulf ya había cubierto esa distancia una vez para llegar hasta la ciudad... y era uno de sus primeros vuelos.

   Con todo, no es la primera vez que los tiempos no cuadran cuando un fan atento se pone a hacer cálculos. Ya en Juego de Tronos, Daenerys acudía a salvar a Jon Snow más allá del Muro en apenas unos minutos. Y es que lo más probable es que Martin no se molestase en incluir distancias en sus novelas para evitar precisamente estas incongruencias. Tanto en los libros como en las series, los dragones son tan rápidos como el momento dramático lo requiera.

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