MADRID, 11 Nov. (CulturaOcio) -
Rick y Morty han vuelto para quedarse. La loca serie y brutal serie de animación para adultos regresa con su cuarta temporada, disponible en HBO, en la que hay tantos o más giros y vueltas de tuerca de los habituales en la producción de ciencia-ficción, con los llamados cristales de la muerte como elemento fundamental del primer capítulo, varios universos paralelos y la supuesta muerte.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Al principio del episodio, Rick y Morty deciden comenzar a crear cristales de la muerte, que permiten a sus portadores ver sus futuros alternativos y ver cómo éstos cambian en función de sus acciones. Es entonces cuando Morty se obsesiona tras ver su posible destino con Jessica, su compañera de clase de la que está profundamente enamorada.
Su vida posible con la joven provoca que el nieto del científico quiera hacer todo lo necesario para convertir esa promesa de futuro en realidad, para lo cual pide a Rick que conduzcan su nave y puedan asegurarse de que todo va según lo planeado. Craso error: tras un aparatoso accidente, el platillo del científico termina estrellándose y mata a Rick en el acto.
Algo que, eso sí, entraba en los planes de Rick, que había programado una inteligencia artificial que indicaría a su nieto los pasos a seguir. Pero Morty no está dispuesto a revivir a su abuelo tras ver que el cristal de la muerte le señala que sus mejores opciones para estar con Jessica pasan por no devolver a Rick a la vida.
Pero, de nuevo, el sagaz científico se había anticipado a las acciones de Morty, reviviendo su cuerpo en distintos universos paralelos: varios regímenes fascistas, en el cuerpo de un camarón o de una avispa, entre otros. Y, finalmente, Rick consigue llegar a su universo y detener la obsesión de su nieto con el cristal de la muerte.