MADRID, 7 Ago. (CulturaOcio) -
El final de Succession fue desgarrador para los tres hermanos que luchaban por el trono del patriarca Logan Roy. Kendall, Shiv y Roman fueron derrotados por Tom Wambsgans (y su secuaz Greg Hirsch) y no consiguieron heredar el extremadamente codiciado puesto de CEO de Waystar Royco. Una controvertida decisión que conocieron los protagonistas de la ficción de HBO en la lectura del guión del último episodio, y sobre la que Sarah Snook (Shiv Roy) ha roto su silencio, indicando que fue una absoluta decepción para ella.
La actriz australiana ha explicado en una entrevista concedida a Variety que el hecho de que Tom heredara la empresa no es algo positivo para su personaje. "Nunca consideré realmente que Tom convirtiéndose en CEO fuera, por representación, una victoria", ha indicado sobre el final de Shiv, añadiendo que "para Shiv, ¡eso no es una victoria! Es un: Otra vez siendo el poder adyacente. ¡No soy la ganadora!"
Aunque para muchos espectadores el final de Succession reflejó una especie de justicia poética para Tom, que había estado toda la serie ninguneado por su mujer, para Snook Shiv debería haber heredado la compañía. La imagen final de los dos personajes sosteniéndose sutilmente la mano contiene un significado más importante del que pueda parecer a simple vista.
En ese momento, es Shiv la que tiene que agarrarse a la mano de Tom, cuando durante toda la serie el personaje de Matthew Macfadyen había estado sosteniéndose en el poder de Shiv para tratar de ganarse un hueco dentro de la empresa. A pesar de que parecía que uno de los tres hijos de Logan Roy heredaría la empresa, la decisión final pasó por venderla y convertir al marido de Shioban en el nuevo director ejecutivo de la compañía.
Por el trágico desarrollo de las circunstancias, el personaje de Sarah Snook parece el más derrotado de la historia. A pesar de todo su esfuerzo, la imagen final de Shiv la deja acompañando a Tom en su victoria y aceptando su amargo destino como su mujer y la madre de su futuro hijo.
Sobre esta escena Snook también se ha pronunciado, explicando lo que debía estar pensando Shiv en ese doloroso momento. Cuando Tom le dice a su mujer si quiere subir con él en el coche que le viene a recoger, la actriz explica que Shioban podría haber mentido para no acompañarle, pero decidió no hacerlo. "Creo que ahí fue algo así como 'Bueno, vamos al mismo apartamento...' Podría haber dicho 'Oh no, tengo planes'. Pero, realmente, ella probablemente pensó: 'Venga, vale, me meto en el coche y me voy a casa a dormir o a pegarme una ducha. Han sido unas semanas de mierda. Papá ha muerto. Todo es una mierda. Solamente quiero irme a casa. Sí, podría coger otro coche, pero esto crea una situación más dramática'", ha explicado Snook.
La actriz ha indicado además su punto de vista sobre el controvertido y tímido agarrón de manos dentro del coche, que parece que no llega a producirse del todo en ningún momento. "Es como sucumbir al cambio de poder. Mi padre solía hacer eso más o menos. Cuando volvíamos a casa del colegio, él sacaba la mano y yo la metía. Es un reto maravilloso poder encontrar una forma de cogerse de la mano sin cogerse de la mano en absoluto. No recuerdo exactamente cuál era la línea de guión. Es lo suficiente para decir que hay una reconciliación, pero no es suficiente para decir que estamos en el mismo equipo. Es una especie de guerra de desgaste. Llegamos a un punto en el que estamos resueltos a nuestros destinos", ha explicado sobre el tedio y la desidia que Shiv siente hacia su marido.
La intérprete ha querido teorizar sobre lo que podría ser la vida de su personaje después de que su esposo haya heredado Waystar Royco. "Shiv va a tener un bebé, todo se ha derrumbado, ha vuelto a ser arrojada a un mundo con su marido, lo cual no era una gran situación de antemano. Pero creo que el bebé cambiará su vida de manera ineludible. Probablemente entre en una especie de depresión posparto, así que serán unos 12 meses muy complicados para ella", ha indicado Snook.