Actualizado: jueves, 24 noviembre 2016 13:49

MADRID, 24 Nov. (CulturaOcio) -

La esperada premiere de la séptima temporada de The Walking Dead fue traumática y desoladora. El drama de la AMC basado en la novela gráfica de Robert Kirkman abrazó el caos con la introducción de Negan y los Salvadores en la trama.

En definitiva, The Walking Dead tiñó de oscuridad y crueldad su argumento que muchos fans no tardaron en criticar. La gente quiere esperanza. Y el showrunner de la popular serie , Scott Gimple, parece que está dispuesto a dársela en una entrevista a ComicBook:

"La segunda mitad de la temporada es muy diferente de la primera. El final de la segunda, por ejemplo, es distinto al inicio de la primera. Lo comentaba con Andrew Lincoln anoche. Incluso la estructura de ambos bloques es completamente diferente entre sí".

Algunos seguidores de la serie esperarán que esa diferencia tonal signifique la llegada de esa esperanza que el rey Ezekiel anunció en el 7x02. Es muy difícil mantenerse optimista cuando el apocalípsis zombie llega a tu puerta, pero las cosas se vuelven aún más complicadas si los propios supervivientes humanos combaten entre sí en una interminable lucha de poder que ha estado presente a lo largo de toda la historia de la Humanidad.

UNA TEMPORADA APASIONANTE

Cada fin de semana se podrá seguir la séptima temporada, que está sorprendiendo a todos. La encrucijada en la que se encuentra Daryl, recluido con Los Salvadores, y Rick, obligado a servirles, son parte del giro que ha tomado The Walking Dead en su séptima temporada, que albergará rivalidades, muertes y luchas de poder.

No sólo la aparición de Negan y su grupo supone un cambio de rumbo para Rick y los suyos. En el segundo capítulo ya aparecieron El Reino, con el Rey Ezekiel y su terrible tigresa Shiva, que todavía no se sabe el papel que jugarán. A ellos sólo les conocen Morgan y Carol, y de momento parece un lugar bondadoso que también ha sido sometido por Los Salvadores, a los que rinden tributo alimenticio.