MADRID, 17 Sep. (CulturaOcio) -
Los rumores sobre la segunda temporada de True Detective siguen sucediéndose. En este caso tienen como objetivo a la protagonista femenina de los nuevos capítulos, un codiciado papel al que optan siete candidatas de máximo nivel.
Rachel McAdams y Elisabeth Moss fueron los primeros nombres en sonar para dar vida a Ani Bezzerides, la dura sheriff de Monterrey que protagonizará la segunda temporada de True Detective. Sobre la sheriff también se ha desvelado que tiene problemas con el alcohol y los juegos de azar debido a su complicada infancia.
Ahora, The Wrap ha añadido a la lista de candidatas siete nombres más. El primero de ellos es Rosario Dawson, conocida por su participación en Sin City o Siete almas, aunque su incorporación es un poco complicada ya que la actriz se ha unido al reparto de Daredevil, la nueva serie de Netflix y Marvel.
Jessica Biel, quien aparecerá en la cuarta temporada de New Girl y competirá con Zooey Deschanel por la atención de un chico, es otro de los nombres que suena para incorporarse a la nueva etapa de la serie de HBO.
Malin Ackerman, la protagonsita de Watchmen, Jaimie Alexander de Thor y la actriz de Juego de tronos Oona Chaplin (que dio vida a la fugaz mujer de Robb Stark) son otras de las actrices que suenan para el papel. Las dos últimas competidoras son rostros menos conocidos: Brit Marling (Another Earth) y Kelly Reilly (Flight).
JUSTIN LIN Y WILLIAM FRIEDKIN
El director de las últimas entregas de Fast & Furious (Justin Lin) y el cineasta que dirigió El Exorcista (William Friedkin) se perfilan como dos firmes candidatos a la dirección de algunos episodios de la segunda temporada de True Detective.
La nueva entrega de la aclamada serie de HBO tendrá ocho episodios, y según apunta The Hollywood Reporter, Lin podría encargarse de la dirección de los dos primeros, al contrario que la tanda anterior que fue dirigida íntegramente por Cary Fukunaga.
La historia sigue el asesinato de Ben Caspar, un empresario corrupto del estado de California. En medio de las negociaciones sobre el sistema de transporte para implantar una serie de innovaciones que podrían afectar a todo el estado, Caspar es brutalmente asesinado. Tres agentes de policía de diferentes ciudades deben unirse para resolver este asesinato.
La policía encuentra el cuerpo de Caspar en un solitario tramo de la carretera de la costa del Pacífico, cerca de Big Sur, con símbolos satánicos tallados en su pecho. Las autoridades descubren que era aficionado al sexo duro, y que podía formar parte de una secta.