MADRID, 24 Abr. (CulturaOcio) -
La segunda temporada de Andor, ambientada un año después de los eventos de la anterior, retoma la historia de sus personajes principales, alternando entre sus subtramas a lo largo de los tres primeros episodios. En el caso de Mon Mothma, la entrega muestra cómo esta se encuentra inmersa en los festejos de la inminente boda de su hija y, a pesar de sus reticencias al enlace, en una escena en particular parece rendirse a la celebración en una desenfrenada danza que la propia actriz ha explicado.
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Representando la lucha desde dentro del sistema, la senadora imperial Mon Mothma trataba, en la primera temporada de Andor, de encontrar fondos para la incipiente resistencia. Como parte de un acuerdo, la mujer accedía a concertar un matrimonio entre su hija Leida y el hijo del empresario Davo Sculdun. El inicio de la segunda temporada muestra las celebraciones alrededor de la unión, un ambiente festivo bajo el que subyacen las intrigas políticas.
A pesar de la tensa situación (o quizá, precisamente debido a ella), la siempre calmada y seria senadora acaba entregándose a la bebida y el baile. La actriz que le da vida, Genevieve O'Reilly, definía a su personaje como la "cara de la diplomacia" en una entrevista concedida a ScreenRant, expresando que su compostura era una máscara que había tenido que llevar durante toda su vida.
En todo caso, la boda ofrece a la senadora la oportunidad de dejar caer esa máscara, ya que se trata de "una celebración cultural donde puedes perderte en el mar de esto, hacer este número de baile".
No obstante, y teniendo en cuenta el tono maduro de la ficción y la complejidad de sus personajes, aún se puede ahondar más en el significado de la escena. Así, conviene tener en cuenta que Mon no solo se siente culpable por el destino de su hija, sino también por el de su amigo de la infancia, Tay Kolma, que le ayudó a ocultar su financiación a la resistencia, pero con un gran costo personal. Cuando Tay trata de extorsionar a la senadora, Luthen Rael ordena su muerte.
"Puedes estar luchando contra un dolor, una tortura personal o un caos. Lo bonito de esta pieza es que puedes ver bailar o beber, lo que puede ser festivo para todos los que están allí, pero en realidad ella se está muriendo por dentro", explicó O'Reilly. Así, la desinhibición de Mon no sería más que otra máscara, esta vez, una para ocultar todo su dolor o como un escape momentáneo de todos sus problemas.
"Sí, es un movimiento de danza extraordinario, salvaje y libre", concedió la intérprete en declaraciones a Entertainment Weekly. "Pero también es porque se retuerce de dolor por lo que acaba de hacer. Acaba de aceptar tácitamente que asesinen a su amigo, así que baila para no gritar", remarcó.