MADRID, 28 Mar. (CulturaOcio) -
El problema de los 3 cuerpos, adaptación de las novelas de Liu Cixin, cuenta la historia de una invasión alienígena. Uno de los interrogantes que deja la primera temporada de la serie de Netflix tiene que ver con los San-Ti, la raza invasora, y cómo es su apariencia real.
Aunque en la serie se les escucha hablar a través de una voz humana y de la realidad virtual, nunca se muestran sus verdaderas formas. Los San-Ti son una raza alienígena tecnológicamente avanzada que vive en un mundo en decadencia. Su hogar es parte de un sistema de tres soles, lo que hace que el planeta experimente condiciones climáticas extremas cada vez que entra en más de una órbita a la vez. Durante estos eventos, conocidos como eras caóticas, los San-Ti tienen la capacidad de deshidratarse para poder entrar en una especie de hibernación. Cuando el planeta vuelve a estar estable, los San-Ti supervivientes pueden despertar a los demás de la hibernación, arrojándolos a una masa de agua para que vuelvan a la vida.
Aunque varios personajes de la serie hablan e interactúan con los San-Ti a través de un juego de realidad virtual, su apariencia es un misterio. En el episodio 5, Thomas Wade (Liam Cunningham) y Jin Cheng (Jess Hong) se ponen sus cascos de realidad virtual alienígenas y son transportados a un mundo desértico en ruinas, donde son recibidos por un guerrero que aparece como representante de los San-Ti. Cuando Wade pregunta quién es el guerrero, Jin responde: "Una IA. O uno de ellos".
"¿Se parecen a nosotros? ¿Cómo son realmente?", pregunta Wade. "No nos parecemos en nada a esto. Todo esto es para vuestro beneficio. No os gustaría", responde el guerrero.
Esta es una de las únicas pistas que da la serie sobre la verdadera forma de los San-Ti: no se parecen en nada a los humanos. De hecho, son tan diferentes que incluso verlos podría perturbarnos. También se sabe, por una conversación que Mike Evans (Jonathan Pryce) tiene con los San-Ti en el episodio 4, que se comunican a través del pensamiento. Esto podría significar que no tienen boca, o quizás ningún otro rasgo facial reconocible.
La única otra pista que da la ficción es el elemento de la deshidratación. Según explica el videojuego de realidad virtual, los San-Ti son capaces de deshidratarse y luego rehidratarse para sobrevivir a los cataclismos que asolan su planeta, lo que significa que deben tener algún tipo de forma física. Curiosamente, existen unos seres vivos reales que tienen una habilidad similar: los tardígrados, que son criaturas microscópicas de ocho patas que también pueden sobrevivir durante años en un estado de hibernación si se someten a una deshidratación extrema, por lo que cabe la posibilidad de que los San-Ti se parezcan a ellos.
Las novelas de Liu Cixin también dejan algunas pistas sobre estos extraterrestres, pero nunca se describen explícitamente. La mejor pista que dan las novelas, al igual que en la temporada 1, es su capacidad para deshidratarse.