MADRID, 1 Dic. (CulturaOcio) -
Juego de Tronos es una serie popular por presentar a personajes especialmente complejos o con un gran arco evolutivo... Y luego matarlos. O no. El caso es que el drama medieval de la cadena HBO ha erigido en Sansa Stark, la joven golpeada constantemente por la vida, uno de los personajes a seguir en próximos episodios.
El ascenso del personaje al que interpreta Sophie Turner ha sido imparable. Aquella chica naif murió hace tiempo. El drama ha esculpido en ella una hermética máscara que la parece proteger de todo... o eso creíamos. La actriz ha revelado en Entertainment Weekly algunos detalles clave sobre la parábola de Sansa en la séptima temporada:
"Parece que tiene el control por primera vez y se siente realmente bien así. Está en una especie de viaje de poder. Pero al mismo tiempo se está volviendo más insegura, porque hay amenazas a ese poder que ostenta".
Además, Turner también habló sobre la panorámica del drama épico inspirado en la prosa de George R.R. Martin:
"Lo que más me gusta de todo es que esta temporada muchos grandes personajes están interactuando entre sí. Es muy emocionante porque parece que todo está llegando hacia un gran desenlace".
EL GRAN JUEGO VUELVE EN 2017
La séptima temporada de Juego de Tronos, que se ha rodado en gran parte en territorio español y que promete curiosas alianzas y grandes batallas, tiene previsto su estreno en verano del próximo año. Será la penúltima temporada y contará con tan solo siete capítulos, tres menos de los diez habituales en el resto de temporadas de la serie.
Los fans españoles podrán verlos a través de Canal + y de HBO España. Por su parte, la octava y última temporada tendrá tan solo seis entregas que pondrán fin a esta apasionante etapa de la historia de Poniente... a la espera del cada vez más rumoreado spin-off.
Además, los aficionados de la saga literaria que ha inspirado este fenómeno televisivo, podrán celebrar 2017 como el año en el que George R.R. Martin ha prometido acabar el penúltimo libro de Canción de Hielo y Fuego: Vientos de invierno.
