MADRID, 4 Dic. (CulturaOcio) -
Siempre quedan rincones por explorar en la galaxia y la nueva serie de Star Wars, Tripulación Perdida (Skeleton Crew) lo deja bien claro. En su primer episodio, la ficción presenta a un grupo de cuatro niños que viven una vida aparentemente normal y acomodada... en un planeta irreconocible hasta para el fan acérrimo de la franquicia. Y a medida que avanza la trama se descubre que ese mundo es todavía más peculiar de lo que parecía en un principio, incluso todo un misterio que resolver.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Aunque el inicio de Tripulación Perdida muestra un planeta casi idílico, con modernas casas en urbanizaciones soleadas y llenas de espacios verdes, algunos detalles dejan patente que algo extraño ocurre en ese mundo tan distinto de otros de Star Wars. Algunos de estos detalles incluyen la existencia de una prueba de aptitud laboral que marca el futuro profesional de los alumnos, la estrecha vigilancia de los droides o el hecho de que los Jedi no sean un mito... como sí lo son en otros lugares de la galaxia en el tiempo en que se ambienta la serie.
Es cuando los cuatro niños descubren una nave estelar enterrada en el bosque y la activan sin querer, lo que hace patente hasta qué punto su planeta natal era extraño. Y es que los niños atraviesan sin quererlo una Barrera y se encuentran ante un espectáculo que no debería impresionarles tanto como lo hace... el cielo estrellado, lo que indica que nunca antes lo habían visto.
Cuando en el segundo episodio, los chicos tratan de regresar a casa, se encuentran con que nadie puede indicarles el camino. Desde el droide de la nave, que se presenta como SM 33 y no tiene registrado en su sistema el nombre At Attin, hasta los piratas del puerto, que se ríen de ellos, sosteniendo que ese planeta es tan solo un mito, nadie toma en serio a los niños. "Al parecer creen que en At Attin hay como un tesoro eterno", observa KB.
A pesar de que Wim se muestre escéptico ante la idea de que su planeta natal albergue ningún tesoro, lo cierto es que los créditos que le dejara su padre para el almuerzo despiertan mucho interés entre los piratas, que los reconocen como de "la Antigua Républica", un dinero que debería estar anticuado, pero que en At Attin usan normalmente.
Por otro lado, el capítulo 2 revela también que "ninguna nave está autorizada a entrar o salir" del misterioso planeta, según remarcan los droides que encuentran al desesperado padre de Wim... algo que no hace sino confirmar que se trata de un mundo que, por alguna razón, se ha mantenido oculto y al margen de lo que ocurría en la galaxia, si bien resulta difícil decir de momento hasta qué punto.