MADRID, 6 Ago. (CulturaOcio) -
Tras una cuarta temporada llena de acción, terror y emoción, muchos fans se preguntan qué espeluznante as en la manga en forma de villano se guardan los hermanos Duffer para la quinta y última entrega de Stranger Things. A sabiendas de que todos los antagonistas de la ficción de Netflix han salido del bestiario de Dragones y Mazmorras, todo apunta a que el monstruo final de la serie hará lo propio. Sin embargo, dentro del popular juego de rol, una perturbadora criatura destaca sobre el resto y se postula como la candidata ideal para atemorizar, por última vez, a los adolescentes de Hawkins.
Se trata del Beholder, una inteligentísima bola de carne flotante con la capacidad de controlar mentes, afilados dientes y un enorme ojo central, que ha aparecido en cada una de las ediciones de Dragones y Mazmorras desde su origen en 1975. Conocido en español como observador o contemplador, de su redondo cuerpo sobresalen diez tallos oculares capaces de lanzar diferentes hechizos mágicos mortales, convirtiéndole en un enemigo ineludible.
Como asegura Collider, el Beholder tiene todas las papeletas para convertirse en el monstruoso villano final de Stranger Things por varias razones. En primer lugar, este poderoso globo levitante habita en el inframundo y sus tallos oculares se asemejan a las enredaderas del Upside Down. Y, para más inri, su descripción coincide con la premonición que Nancy tiene cuando Vecna se apodera de ella al final del volumen 1 de la cuarta entrega.
Además, dentro de la historia de Dragones y Mazmorras, los Beholders son tiránicas criaturas que se dedican a aprisionar y esclavizar a miembros de otras razas. Esta característica no desentonaría en absoluto con la trama de Stranger Things, dejando la puerta abierta a que tanto Vecna, como el Azotamentes (Mindflayer) y hasta los demogorgons sean meros peones cumpliendo órdenes de esta bestia.
No obstante, lo que le convierte en el antagonista perfecto para el épico final de la ficción sobrenatural es su asombroso poder. Además de control mental, los diez tallos oculares del Beholder hacen que pueda defenderse con magia de todos los adolescentes a la vez, además de poseer una visión de 360, que dificultaría a los protagonistas atacar en la retaguardia como ya hicieron con Vecna. Por si fuera poco, el ojo central del monstruo se convierte en escudo mágico, inhabilitando los poderes de Once.
Todos estos argumentos convierten al Beholder en el villano idóneo para despedir con un broche de oro Stranger Things. La dificultad para acabar con la bestia uniría mucho más al grupo y conduciría a una heroica batalla final mucho más física. Igualmente, al tratarse de una despiadada y vengativa criatura, la muerte de algún querido personaje estaría casi asegurada, cumpliendo con los deseos de algunos seguidores de la serie.