MADRID, 18 Jun. (CulturaOcio) -
La temporada 4 de Stranger Things ha contado con la incorporación de Joseph Quinn en el rol de Eddie Munson. El joven es líder del Club Fuego Infernal, un grupo de jóvenes amigos que se reúnen para jugar a Dragones y Mazmorras, el popular juego de rol. El adolescente se convierte en el principal sospechoso de la muerte de la animadora Chrissy Cunningham y, a medida que avanza la temporada, la caza de Eddie va ganando adeptos y su presencia enfurece a la comunidad. Su historia está basada parcialmente en un hecho real que puso de manifiesto el terror que existía en Estados Unidos en los 80 al satanismo, un movimiento conocido como 'pánico satánico'.
Un tuit de la cuenta oficial Netflix Geek confirmó que el personaje de Eddie se inspiró específicamente en la historia real de Damien Echols, también conocido como uno de los tres de West Memphis, a raíz de que los hermanos Duffer vieran el documental Paradise Lost: Asesinato en Robin Hood Hills.
Junto con sus amigos adolescentes Jessie Misskelley Jr. y Jason Baldwin, Echols fue arrestado en 1993 por el asesinato de tres niños de ocho años en West Memphis (Arkansas). Fueron condenados a muerte y el documental muestra cómo su estética gótica, su afición por Metallica y su interés por los libros de terror de Stephen King fueron determinantes a la hora de sentenciar a Echols y sus amigos en una comunidad cristiana conservadora.
Y es que, este exagerado movimiento convencido de que la adoración al diablo era un verdadero peligro emergente en el país, puso la diana a todo tipo de productos de la cultura popular de aquel tiempo, como la música rock de Iron Maiden y Ozzy Osbourne, películas como Evilspeak (1981) o 976-EVIL (1988), cómics, libros, el canal televisivo MTV e incluso el juego Dragones y Mazmorras que tanto gusta a los protagonistas de Stranger Things.
Finalmente, los tres de West Memphis pasaron años en el corredor de la muerte, hasta que finalmente se anularon sus condenas después de un nuevo juicio en 2010 en el que la tecnología de ADN que no existía anteriormente permitió a la defensa presentar nuevas pruebas que los exoneraron. Los tres fueron puestos en libertad de inmediato.