MADRID, 13 Nov. (CulturaOcio) -
La temporada 5 de The Crown retrata a una Lady Di (Elizabeth Debicki) paranoica ante la idea de que su teléfono ha sido pinchado. La princesa cree que sus conversaciones están siendo escuchadas, algo que efectivamente ocurrió en la vida real.
Existen pruebas de que las llamadas telefónicas de Diana se grabaron al menos una vez, y algunos han sugerido que la intervención de su teléfono era uno de los mayores temores de Lady Di. En la temporada 5, Diana escucha ruidos extraños en el teléfono, pero más adelante, cuando le pregunta al príncipe William si él también los oye, su hijo contesta que no. Aunque su secretaria trata de convencerla de que sería difícil pinchar sus llamadas, ya que todas pasan por la centralita principal del palacio, los temores de Diana van a más.
Según The Guardian, Diana realmente estaba preocupada por su privacidad y sus peores temores se confirmaron en lo que se conoció como el Squidgygate. A finales de los 80, tuvo lugar una llamada telefónica entre la princesa y su amigo James Gilbey en la que él llamaba a Diana por su mote cariñoso, "squidgy".
Ya el 23 de agosto de 1992, The Sun publicó la transcripción de la llamada telefónica que, además de denotar cierta intimidad entre ambos, dejaba claro la existencia de una crisis entre el príncipe Carlos y su esposa.
A día de hoy no se sabe con seguridad cómo se filtró la llamada, pero algunas teorías apuntan a que los servicios de inteligencia podrían haber estado involucrados. Lady Di no fue la única víctima de las grabaciones telefónicas, ya que también salió a la luz una conversación subida de tono entre el príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles que pasó a la historia como el Tampongate.