MADRID, 18 May. (CulturaOcio) - -
La serie documental de Netlfix El último Baile (The Last Dance) no sólo está centrando en la legendaria figura de Michael Jordan, también está aportando nuevos datos sobre otras estrellas de la época dorada de los Chicago Bulls en los 90, como el estrafalario Dennis Rodman o el entrenador Phil Jackson. Y en los dos últimos episodios se han centrado en el comportamiento egoísta de otro gran anotador.
La historia de los Chicago Bulls se ha vuelto un poco más oscura al hablar de la figura de Scottie Pippen. El entrenador Jackson siempre ha alentado a sus jugadores a darlo todo hasta el pitido final, una actitud que hizo que Michael Jordan sacase lo mejor de sí mismo. Cuando el máximo anotador se fue a jugar al béisbol en el 94, Pippen tuvo su oportunidad de liderar a los Bulls, y aunque el propio Jordan alabó sus dotes de liderazgo, todo se vino abajo en unos playoffs contra los New York Knicks.
En la temporada 93/94, Jackson y Pippen guiaron a los Bulls hasta un récord de 55-27, sin embargo, en la segunda ronda de los playoffs, el capitán demostró ser una persona egocéntrica que anteponía su propio bienestar al del equipo.
Con los Bulls jugando en casa, y a 1.8 segundos del tercer tiempo, Pippen decidió borrarse del partido haciendo alarde de un comportamiento infantil e insolente, que incluso Jordan admite que es difícil de entender a día de hoy. Perdiendo de dos puntos, los Bulls luchaban por sobrevivir a la ronda eliminatoria, y el entrenador Jackson diseñó una jugada rápida para que el recién llegado Toni Kukoc anotase la canasta definitiva.
Pippen, obstinado en su comportamiento, decidió no salir a la cancha y quedarse en el banquillo. "Sentí que era un insulto proveniente de Phil (Jackson)", explicó el jugador. "Yo era el chico más peligroso de nuestro equipo. Entonces, ¿por qué me pide que saque el balón?", añadió en ese momento para excusar su actitud, en un momento que fue captado por las cámaras.
"ESO SIEMPRE LE VA A PERSEGUIR"
Aunque Kukoc lorgó anotar esa última canasta, la celebración se vio agriada porque los Bulls sabían que el temperamento de Pippen casi destruye la victoria del equipo. Jackson le preguntó a Pippen si seguía dentro, y cuando éste le contestó que "estaba fuera", supo que su filosofía se había quebrado, y que ya no lo daría todo por el equipo como habían hecho Jordan y otros jugadores.
"Obviamente estaba feliz por hacer el tiro", declaró en ese momento Kukoc. "Pero toda la situación, incluso yendo al vestuario, se veía que todos estaban enfadados porque las cosas no iban bien".
Posteriormente, Jordan llamó a su antiguo entrenador para expresarle su decepción con Pippen. "Eso siempre le va a perseguir en algún momento de las conversaciones", explicó la estrella. "Pip lo sabe mejor que nadie".
Y lo más triste es que Pippen parece no haber superado su ego, ya que si bien declaró que "es uno de esos incidentes que desearía que nunca ocurriera", también aseguró que "si tuviera la oportunidad de hacerlo de nuevo, no lo cambiaría". Finalmente, los Chicago Bulls perdieron 4-3 en la siguiente ronda contra los Knicks y fueron eliminados de los playoffs.