MADRID, 3 Abr. (CulturaOcio) -
La séptima temporada de The Walking Dead llega a su fin... y con ella, el inicio de la guerra total entre Negan y la alianza rebelde liderada por Rick. A pesar de unos comienzos difíciles, grises y criticados, la ficción zombie ha demostrado que sabe pisar el acelerador... y cumplido la promesa de no acabar en un insoportable cliffhanger como su anterior entrega episódica. ¿Quién seguirá sobreviviendo en el drama post-apocalíptico?
((( ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS )))
El episodio 7x16 titulado El primer día del resto de tu vida, comienza con el esperado (pero igualmente dramático) sacrificio de Sasha. Después de negarse a que nadie muriese a cambio de ayudar a Negan, el carismático villano demuestra que es un duro negociador... y "pacta" la propia muerte de Sasha, aunque no llegaría como esperaba Jeffrey Dean Morgan.
Por su parte, Maggie explica a Jesus la situación: Gregory se ha ido para revelar sus planes al Santuario de los Salvadores y ella va a llevar a Hilltop a la guerra. Todo ello mientras Morgan seguía indeciso sobre ir a la guerra con Ezekiel y su brutal tigresa Shiva... hasta que la inspiradora charla del exótico monarca convence a todos.
Finalmente los Salvadores aparecieron, con Eugene amenazando a Rick y los suyos. Aunque ese sería el menor de los problemas de los Ricketeers, que pronto tendrían que enfrentarse a la traición de los 'Carroñeros' liderados por Jadis: "Los Salvadores nos han ofrecido un acuerdo mejor". Tal y como se apuntaba en anteriores artículos, los supervivientes que parecen extras de Mad Max no eran de fiar y eran una alianza de doble filo.
Negan acaba haciendo acto de presencia con un ataúd, en el que dice que se encuentra Sasha sana y salva. A cambio, pide las armas, a Daryl y una persona que a elección de Rick que será sacrificada recibiendo el ferroso beso de Lucille. De repente, Sasha convertida en caminante irrumpe desde el ataúd saltando sobre Negan y todos empiezan a disparar como si fuese una taberna de una película del Oeste.
Y justo cuando Negan estaba decidido a matar a Carl para "castigar" a Rick, llegan los refuerzos: Hilltop y El Reino, con una épica entrada de Shiva que pasará a la posteridad de los archivos de la serie. Todas las tropas acabaron batiéndose en retirada para reagruparse mientras Negan exclamaba: "¡Vamos a la guerra!".
Pero lejos del fragor de la batalla, el final del episodio y la séptima temporada de The Walking Dead fue un rayo de esperanza que atravesó las espesas nubes negras: un tierno e inspirador discurso de Maggie recordando que los sacrificios de personas como Glenn o Abraham no fueron en vano y les llevaron hasta esto. Murieron para que la gente que aman pudiera seguir viviendo.