MADRID, 12 Mar. (CulturaOcio) -
Después de un final de mitad de temporada de The Walking Dead en el que Rick y su coalición fueron golpeados duramente, aunque no derrotados definitivamente, y con un Negan (Jeffrey Dean Morgan) y sus Salvadores, envalentonados el bando de los 'buenos' intenta resistir para no verse vencido definitivamente.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
El Reino ha sido abandonado, con el Rey Ezekiel (Khary Payton) capturado. Alejandría arde bajo el mandado de 'Tierra quedada' de Negan y Hilltop se prepara para una batalla final, con Maggie (Lauren Cohan) consolidando sus fuerzas dispuesta a vender cara su derrota. Con seres queridos perdidos y los Salvadores más crecidos que nunca, y listos para lanzar un ataque que puede ser definitivo, parece que en ambos lados de las trincheras todos saben que el final de la Guerra que arrancó hace ya varios (quizá demasiados) capítulos es inminente.
El capítulo 11 de esta octava temporada se inicia con una patrulla de los Salvadores que busca a los fugados de Alejandría, es decir, al grupo de Daryl, Rosita y Tara. Matar a Dwight cuando se tiene de la oportunidad es toda una tentación pero, tal y como apunta el motero, puede ser útil mantenerlo con vida en un futuro.
En su camino hacia Hilltop tras su escape acompañado de Carson, el Gabriel evidencia sus problemas de visión, que motivarán que tras una serie de catastróficas desdichas, y la aparición de una hucha que bien pudiera ser una piñata, el sacerdote termine de nuevo en poder de los Salvadores y el doctor muerto.
Problemas que también se encuentra Eugene, al que Negan reprende por la fuga de estos dos y le impone como castigo preparar munición para la batalla... y tal y como mostrará el capítulo minutos después, este encargo no es cualquier cosa para el amante del vino.
Volviendo a la 'excursión' de Daryl, Rosita y compañía... el salvador arrepentido les aconseja ir por el camino del Pantano, ya que es una zona que Negan nunca transita al estar infectada de caminantes. Allí será donde Tara cumpla con sus deseos e intente matar a Dwight, pero su mala puntería y la oportuna aparición de una patrulla de Salvadores terminarán con Dwight de nuevo camino del Santuario y Daryl y compañía reiniciando, ya sin su rehén, el camino a Hilltop.
DURAS NOTICIAS
Allí el alimento escasea, Maggie no hace concesiones a los Salvadores prisioneros y el ambiente es cada vez más tenso. Cuando, al fin, el grupo de Daryl llega hasta allí deben enfrentarse con la cruda realidad: la desaparición de Carl, una muerte que sigue teniendo ecos de tragedia y que golpea duramente a los recién llegados. Pronto se unirá a todos ellos Rick.
Y en este punto es justo y necesario volver la vista de nuevo hacia Eugene que inmerso en sus tareas de aprovisionamiento de munición recibe una apremiante visita de su líder. Puede que iluminado por las bondades de Dioniso o Baco, el traidor propone a Negan fabricar catapultas para lanzar trozos de los cuerpos de los caminantes a sus adversarios y así contagiarles desde fuera. Una idea que Negan perfecciona: El cruel líder de los Salvadores ordena contaminar todas armas con sangre de zombies para que un roce sea mortal para sus enemigos.
