MADRID, 7 Nov. (CulturaOcio) -
La temporada 7 de The Walking Dead es recordada por la brutal muerte de Glenn (Steven Yeun) a manos de Negan (Jeffrey Dean Morgan), que le mata con su bate Lucille. Ahora la undécima entrega, que será la última de la ficción, parece haber hecho un guiño a esta horrible secuencia.
En el capítulo 11x22 Negan es prisionero de la Commonwealth. En un momento del capítulo, Negan es obligado a arrodillarse ante la atenta mirada de Annie (Medina Senghore), estableciendo un paralelismo con el horror que sintió Rick (Andrew Lincoln) ante el asesinato de Glenn.
Es en ese momento cuando la trama da un giro, ya que la Commonwealth decide que Annie también debe morir, copiando el momento en que Negan mata a Glenn después de haber acabado con Abraham.
De repente, Negan siente exactamente lo mismo que Glenn: el temor de que su esposa embarazada, que en el caso de Glenn era Maggie (Lauren Cohan), esté a punto de ser brutalmente asesinada.
Sin embargo, el desenlace es diferente: Negan no es asesinado, ya que Ezekiel (Khary Payton) lidera una rebelión que se interpone entre los soldados armados y sus víctimas, tomando así el control y rescatando a Negan.
El futuro de Negan estaba ya fijado, y conocido por los fans, desde el inicio de la temporada 11, y es que el villano protagonizará un spin-off titulado The Walking Dead: Dead City, por lo que se presupone que no morirá.
La nueva ficción narrará las aventuras de Negan y Maggie en un Nueva York devastado por el apocalipsis zombie. Además, AMC también está preparando una producción de Daryl (Norman Reedus) ambientada en Francia y un spin-off de Rick y Michonne (Danai Gurria).