MADRID, 4 Feb. (CulturaOcio) -
Desde que fichó por Netflix para interpretar a la versión de carne y hueso de Geralt de Rivia, Henry Cavill no escondió en ningún momento que era adicto a los videojuegos de The Witcher. Puede que fuera por eso que puso mucho empeño en recrear uno de los momentos más icónicos para los jugones de todo el planeta.
Se trata de la escena en la que el brujo está sumergido en la bañera de Yennefer de Vengerberg, una secuencia extraída directamente del videojuego The Witcher 3: Wild Hunt y que también aparece en los libros de Andrzej Sapkowski. Una secuencia que Cavill quiso hacer totalmente reconocible para los fans... pero no pudo.
"Es un momento muy icónico y mucha gente lo atribuye a los juegos y sí, los videojuegos lo popularizaron, pero también está en los libros", afirmó el actor en declaraciones a BBC Radio 1 donde recordó cómo se sintió durante el rodaje de ese pasaje y su decepción al no poder llevar a cabo como intérprete todo lo que tenía en mente para la serie de televisión.
LA CULPA FUE DE LA BAÑERA
"Cuando me estaba metiendo en esa bañera, estaba ahí sentado pensando: 'Me pregunto si alguien sabe cómo lo va a petar esta escena en particular'. Pero intentaba poner los pies en alto y no pude, la bañera no tenía la forma apropiada y pensé que pedir que la cambiaran sería demasiado pedir", confesó Cavill.
Para aquellos que no están familiarizados con los videojuegos, The Witcher 3 comienza con un flashback en el que Geralt se baña en una postura muy provocativa con los pies en alto, una estampa que se ha convertido en una de las imágenes más emblemáticas de la franquicia y Cavill intentó emular sin éxito en la serie.
Pese a estos problemas de intendencia, la secuencia en la bañera de Henry Cavill también ha sido una de las más recordadas de la serie de Netflix, que ha convertido a The Witcher en uno de sus estrenos más potentes. La segunda temporada de la ficción, de nuevo protagonizada por Henry Cavill, Anya Chalotra y Freya Allan, no llegará al servicio de streaming hasta 2021.
