Todo del Cordyceps el "hongo zombie" de The Last of Us: ¿Existe en el mundo real?
Todo del Cordyceps el "hongo zombie" de The Last of Us: ¿Existe en el mundo real? - MAX
Actualizado: lunes, 14 abril 2025 10:31

   MADRID, 13 Abr. (CulturaOcio) -

   El Cordyceps, que causa la pandemia en el universo de The Last of Us, es el motor central de la narrativa postapocalíptica en la serie protagonizada por Pedro Pascal y Bella Ramsey. Pero son muchas las preguntas que rodean a este patógeno: ¿Se trata de un virus o de un hongo? ¿Es real su origen? ¿Tiene una base científica su enorme poder como agente contagioso?

   Basado en un hongo real llamado Ophiocordyceps unilateralis, conocido como el "hongo zombie", este parásito infecta principalmente a insectos, como hormigas, en la naturaleza. Pero, en la serie, se presenta una versión ficticia del hongo que ha mutado para infectar humanos, invadiendo sus cerebros y transformándolos en criaturas agresivas cuyo único propósito es propagar la infección.

    En sus primeros capítulos The Last of Us revela que esta mutación del Cordyceps se originó debido al calentamiento global, que permitió al hongo adaptarse a temperaturas más altas, haciéndolo capaz de sobrevivir en el cuerpo humano. En el primer episodio, un epidemiólogo advierte sobre los peligros de los hongos parasitarios si llegaran a evolucionar para infectar humanos.

   Y es que la serie arranca con un flashback de 1963 donde, en un plató de televisión, dos científicos debatiendo en televisión sobre plagas y pandemias. Uno de ellos afirma que, más allá de bacterias y virus, los hongos pueden ser el gran enemigo de la humanidad. El científico explica que ciertos hongos pueden infectar y controlar a sus huéspedes animales y que los humanos podrían ser los siguientes si evolucionaran, por ejemplo, debido al cambio climático.

   "Candida, Ergot, Cordyceps, Aspergilosis... cualquiera de ellos podría ser capaz de excavar en nuestros cerebros y tomar el control no de millones de nosotros, sino de miles de millones. Miles de millones de marionetas con mentes envenenadas... Y no hay tratamientos para esto, ni preventivos. No existen, ni siquiera es posible hacerlos", agrega el experto, interpretado por John Hannah.

   En una entrevista que Craig Mazin, uno de los creadores de la serie, concedió a The Hollywood Reporter, le preguntaron al guionista si esto era posible en la vida real. "Es real, es real en la medida en que todo lo que dice que hacen los hongos, lo hacen", señaló Mazin. "Y actualmente lo hacen y lo han estado haciendo desde siempre. Hay algunos documentales importantes que podéis ver que son bastante aterradores", dejó caer.

   Este contexto científico añade una inquietante capa de realismo a la historia de The Last of Us, ya que los hongos además usan productos como granos y harina como sustratos ideales para conservarse y crecer pudiendo así viajar de un país a otro e infectar todo el planeta.

    De hecho, en un flashback del segundo episodio, la serie muestra cómo el brote de infectados de Cordyceps comenzó en una fábrica de harina en Yakarta, Indonesia, lo que llevó a la rápida propagación del hongo a través de alimentos contaminados como pan y cereales. Tal es su velocidad de propagación que una experta en estos organismos no ve otra solución que bombardear toda la ciudad y acabar con toda la población para intentar frenar la expansión del hongo.

   El Cordyceps se transmite principalmente por mordeduras de los infectados o contacto con fluidos contaminados. Aunque en el videojuego también se menciona la inhalación de esporas como método de contagio, la serie optó por eliminar este elemento para hacerlo más creíble y práctico en pantalla.

    La infección no solo transforma físicamente a los humanos, sino que también destruye su humanidad y conciencia. El hongo toma control total del cerebro, dejando al huésped como un mero vehículo para propagar la infección. En casos avanzados, los cuerpos infectados quedan fusionados con estructuras físicas como paredes o árboles, liberando esporas para continuar el ciclo infeccioso. Este proceso refleja cómo el Cordyceps real manipula a las hormigas para buscar lugares altos antes de morir y liberar sus esporas.

CORDYCEPS EN LOS VIDEOJUEGOS

   El videojuego The Last of Us revela detalles más extensos y específicos sobre el hongo que en su mayor parte no contradicen sino que complementan lo que se muestra en la serie. En el juego, el Cordyceps Brain Infection (CBI) es una mutación del hongo real Ophiocordyceps unilateralis, que infecta principalmente a insectos como hormigas. El hongo ficticio ha evolucionado para infectar humanos, invadiendo sus cerebros y destruyendo su capacidad de razonamiento, convirtiéndolos en criaturas agresivas cuyo único propósito es propagar la infección.

   En el videojuego, el origen del brote se explica a través de un recorte de periódico encontrado en la casa de Joel y Sarah. Según este artículo del Texas Herald, la infección comenzó por cultivos contaminados con moho provenientes de Sudamérica, extendiéndose rápidamente a través de productos alimenticios como harina y azúcar. Aunque la serie menciona un origen similar, el videojuego detalla que los cultivos infectados incluían productos importados desde México y Centroamérica, ampliando el alcance inicial del brote.

   El material original también profundiza en las etapas de la infección. Los síntomas iniciales aparecen dentro de uno o dos días tras la exposición al hongo, comenzando con cambios en el comportamiento y pérdida de control motor. En las etapas avanzadas, el hongo crece dentro del cuerpo del huésped, deformándolo físicamente y cubriendo partes como los ojos, lo que los deja ciegos.

    Los infectados pasan por cuatro etapas: "Runners" (etapa inicial), "Stalkers" (intermedia), "Clickers" (avanzada) y finalmente "Bloaters", donde el cuerpo está completamente cubierto por hongos que actúan como una especie de armadura.

Una diferencia notable entre el juego y la serie es cómo se transmite la infección. En el videojuego, además de las mordeduras, las esporas suspendidas en el aire son una amenaza constante, obligando a los personajes a usar máscaras de gas en ciertas áreas contaminadas. Sin embargo, la serie optó por eliminar las esporas como método de transmisión para hacerlo más práctico y reemplazarlas con tendrilos conectados a una red subterránea que permite a los infectados comunicarse entre sí como parte de un mismo macroorganismo.

   Además, el videojuego introduce elementos visuales impactantes que explican cómo el hongo consume completamente al huésped. En casos avanzados, los cuerpos infectados pueden quedar fusionados con estructuras físicas como paredes o árboles, liberando esporas para continuar propagando la infección. Este detalle enfatiza cómo el Cordyceps destruye no solo al individuo sino también su humanidad, convirtiéndolos en herramientas para perpetuar su ciclo biológico.

   La rápida expansión del hongo desmorona las estructuras sociales y políticas, dejando a los sobrevivientes luchando por recursos en un mundo devastado. Y aunque tanto el juego como la serie presentan un escenario ficticio, detalles científicos detrás del Cordyceps como que esté basado en un hongo real o el cambio climático como detonante de su evolución, hacen que esta amenaza sea inquietantemente plausible subrayando así la fragilidad de la civilización, sus instituciones e infraestructuras frente la presión extrema de fuerzas biológicas fuera de control.

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