MADRID, 20 Sep. (CulturaOcio) -
Todo buen superhéroe o superheroína que se precie, debe tener su propia y distintiva indumentaria para combatir el crimen y a los supervillanos. Y parece que, tras cinco episodios, Jennifer Walters, la protagonista de She-Hulk: Abogada Hulka, tendrá al fin el suyo, aunque no será idéntico al que luce en los cómics de Marvel.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Y es que, como los fans del UCM ya sabrán, la prima de Bruce Banner tiene el mismo problema que Hulk cuando abandona su condición humana y se transforma en la heroína de piel esmeralda: su ropa, se hace trizas. Así, el capítulo 1x05, la protagonista de la serie encarnada por Tatiana Maslany consigue una cita con Luke Jacobson, un excéntrico y exitoso diseñador de moda encarnado por Griffin Mathews especializado en hacer ropa para superhéroes.
A pesar de que el modisto está más que encantado de diseñar un disfraz que se ajuste a las necesidades de She-Hulk, Jennifer cree que todo cuánto necesita son solo algunos trajes que no se hagan jirones, prendas de tela elástica que se ajusten cuando se convierte en Hulka.
Sin embargo, cuando por fin la heroína decide probarse su nuevo vestuario, Luke también le proporciona una misteriosa funda con ropa "extra". Y aunque su contenido no llega a mostrarse en la pantalla en ningún momento, su interior podría albergar el traje que lucirá Walters para combatir rivales como la Titania de Jameela Jamil o la Brigada de Demolición en la serie de Marvel.
Un atuendo que bien podría tratarse del mismo que ya apareciera en los diferentes adelantos y clips promocionales de la serie: una malla corta de una sola pieza en negro con detalles en morado y blanco. De ser así, She-Hulk luciría un aspecto mucho menos atrevido y sexualizado que su contrapartida en las viñetas, al menos en sus versiones más antiguas, pero sin dejar de resultar poderosa y femenina al mismo tiempo y con el que podría aparecer en los siguientes episodios de la ficción
Además, dada la entusiasta reacción de la protagonista al probarse el disfraz por primera vez al final del episodio 5 de She-Hulk, la serie refleja la importancia de la propia comodidad y autonomía de Jen a la hora de elegir su apariencia pero sin renunciar a su impresionante físico. Cierto es que, aunque el traje de la serie diste del original con el que debutó en los cómics allá en febrero de 1980, lo cierto es que los diseños más recientes de su indumentaria ya han evolucionado hacia una figura mucho menos sexualizada.
