MADRID, 6 Jun. (CulturaOcio) -
The Acolyte, la nueva serie de Star Wars, está sufriendo los efectos de la anunciada campaña de boicot por parte de los sectores más reaccionarios y conservadores. Esa ruidosa pero afortunadamente aún bastante reducida porción de audiencia ha aprovechado el estreno del proyecto para bajar sensiblemente la valoración media de las puntuaciones del público en múltiples bases de datos on line.
Así, aunque en general las críticas profesionales han sido buenas y los comentarios del resto de fans en redes sociales parecen apoyar la serie, en Rotten Tomatoes la valoración de The Acolyte por parte del público apenas alcanza el 33%. Hay que señalar que una gran cantidad de estas críticas negativas que le han dado tan solo media estrella provienen de cuentas nuevas, indicador claro de una campaña de boicot y no de la opinión genuina del público estándar.
Algo similar ocurre en otra de las bases de datos más visitadas, Metacritic. The Acolyte tiene en estos momentos una nota de 4,1 sobre 10, pero muchas de las críticas repiten los mismos patrones, señalando superficialmente la sinopsis ya revelada antes del estreno sin profundizar en ningún momento en la serie. De hecho, varias de esas reseñas parecen estar generadas por Inteligencia Artificial.
Casos similares se han dado en otras páginas web como Filmaffinity. Este tipo de campañas de boicot, conocidas como “review-bombing”, invalidan cualquier debate real sobre la calidad de la serie en las principales bases de datos a nivel mundial, disminuyendo las notas y valoraciones con el fin de alejar al público de la serie y aparentar una presunta opinión general negativa sobre ella.
En el caso de The Acolyte, el boicot se debe a una supuesta campaña en favor de la inclusividad por parte de Disney. La serie está escrita por Leslye Headland, responsable del éxito de Netflix Muñeca rusa. Sin embargo, los sectores más reaccionarios han apuntado a su orientación sexual -Headland está casada con una mujer- como indicativo de la teórica baja calidad de la serie.
Lo mismo sucede con sus protagonistas, donde se ha señalado que la mayoría son actores racializados, muchos de ellos mujeres. Por todo ello, esa parte del público ha visto con malos ojos la llegada de la serie desde meses antes de que se estrenara. “Trato de no ver mi trabajo en relación a las reacciones que pueda generar, intento no centrarme ni en las críticas positivas ni tampoco en las negativas. Tengo que mantenerme en el centro para seguir trabajando al máximo nivel", señalaba al respecto Headland en una entrevista concedida a Europa Press.
“Creo que la narración debe ser representativa de todas las personas. Es una decisión fácil para mí”, defendía por su parte Kathleen Kennedy en The New York Times. "Mantengo mi empatía por los fans de Star Wars. Pero quiero ser clara. Cualquiera que participe en la intolerancia, el racismo o el discurso de odio, no lo considero un fan", añadía.