MADRID, 21 Oct. (CulturaOcio) -
Durante el primer episodio de Watchmen, la serie de HBO que funciona como secuela a la aclamada historia alumbrada por Alan Moore y Dave Gibbons, comienza con una particular secuencia situada antes de los eventos de la ficción. De hecho, la primera escena de la serie tiene lugar incluso antes que el momento histórico en el que se desarrolla el universo del cómic original, y, al igual que tantos otros eventos, parte de la historia de Estados Unidos.
El capítulo arranca con una brutal escena situada en la ciudad de Tulsa, Oklahoma en 1921, en la que hay grandes altercados en los que la población del lugar, en su mayoría negra, es atacada por lo que parecen ser miembros del Ku Klux Klan. Una tragedia que, en realidad, sucedió, pues durante ese año tuvo lugar la conocida como 'Negro Wall Street' en la misma ciudad.
Estos tiroteos, iniciados durante la noche del 31 de mayo, fueron acompañados de incendios en un asalto que duró más de 16 horas y se saldó con más de 800 personas hospitalizadas. Unas 10.000 personas afroamericanas fueron desalojadas, y el fuego consumió hasta 1.256 viviendas. Aunque las cifras oficiales según el Departamento de Estadísticas Vitales de Oklahoma sitúan en 39 el número de víctimas mortales, otras estimaciones señalan que hubo cerca de 300 muertos.
Los disturbios arrasaron con el distrito de Greenwood, asolado tras la masacre. Los supervivientes apenas hablaron de la tragedia, que fue omitida del relato oficial durante mucho tiempo. No fue hasta 1996 cuando comenzó a investigarse el hecho, publicándose un informe final en 2001.
Con la introducción de este hecho omitido de la historia oficial estadounidense, Watchmen pone el punto de partida de su preocupación por el auge del supremacismo blanco y el racismo. Algo que Lindelof recupera dando el protagonismo a uno de los eventos más oscuros de la historia de su país para denunciar una realidad que aún persiste.