Declaraciones del director de Predator, Shane Black, quien ha afirmado que el filme recupera "el espíritu y la energía" de la primera entrega de la franquicia, la mítica película que en 1987 protagonizó Arnold Schwarzenegger, a la que el nuevo filme toma como claro referente y "rinde tributo" a la vez que intenta alejarse del cliché de aquellos héroes "musculosos" e "invencibles" de los ochenta.