Dos palomas gigantes y un pato de goma, las primeras piezas de la falla municipal de València que han llegado a la plaza del Ayuntamiento para iniciar su proceso de montaje. Las dimensiones de las figuras que integran esta falla, obra del diseñador Escif y el artista fallero Pere Baenas, han obligado a seccionar la falla en "muchísimos trozos" y a plantarla "con bastantes días de antelación" para poder tener margen de tiempo, al tratarse de un monumento "complicado" que además cuenta con una "estructura muy innovadora". El proyecto, que consiste en dos palomas blancas que se encuentran frente a frente mientras sujetan una rama de olivo, plantea un mensaje reflexivo "sobre la paz y la guerra" en el momento actual.